Ayer, 23 de abril de 2024, martes leí en el diario La Tribuna de Ciudad Real, en la edición en papel, que sólo se reparte gratuitamente en la capital y supongo que en los municipios mayores de la provincia una noticia de Ana Pobes sobre los pozos de emergencia del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Al final de dicha información aparece un párrafo con el epígrafe "Revisar las concesiones" en el que se nombra la "Plataforma Sin agua, no habrá vida" (sic) de Villarrubia de los Ojos. Se dice que junto con las Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha y Asaja se solicita que dado que ha llovido abundantemente se revisen las concesiones de riego. Forman dicha plataforma:
-Cooperativa El Progreso.
-Cooperativa El Rubial.
-Hermandad de San Isidro Labrador.
-Afammer.
-Amfar.
-Asaja.
-COAG.
-PP.
-PSOE.
-Vox
-Ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos.
Me ha llamado la atención la existencia de esta plataforma así como su nombre. Desconozco quiénes tuvieron la idea inicial y quiénes la hicieron posible. El lema podría ser compartido por todo el mundo, desde los habitantes de todos los desiertos, incluyendo los helados a los de cualquier ciudad, pueblo, aldea o tribu perdida de alguna selva. Yo también estoy convencido y así lo he trasmitido a mi alumnado durante toda mi vida laboral que sin agua no hay vida, como sin aire, sin alimentos, sin medicinas, sin suelo donde pisar...
En lo que no estoy tan de acuerdo, y me parece hasta sospechoso, es en pedir, después de un periódo de lluvias que vinieron tras una fuerte sequía, que se concedan las mismas dotaciones de agua que estaban estudiadas y previstas antes de las precipitaciones.
Veamos. Si ha llovido "tanto", lo normal, lo lógico, lo sensato, lo recomendable y coherente sería regar menos. ¿No decimos que sin agua no hay vida? Pues vamos a prepararnos para afrontar lo que nos venga que, perfectamente, puede ser escasez de agua. Además, importantísimo, no olvidemos que estamos en números rojos con respecto al agua en la llanura manchega y no, no es por el cambio climático sino por un modelo extraordinariamente abusivo con este elemento tan vital. Y los números son muy expresivos y el conocimiento científico y técnico es más que suficiente para corroborar esta política de contención del gasto que, verdaderamente es derroche e insostenible.
Como decía tampoco comprendo esa confluencia de cooperativas, patronal y sindicatos, partidos políticos de todos los colores menos uno, las dos asociaciones mayoritarias de mujeres, un ayuntanmiento y una hermandad cuyos fines yo pensaba que eran religiosos y, en las últimas décadas, culturales.
Por si acaso recordemos que el río Azuer sigue seco en su tramo final, que los Ojos del Guadiana siguen completamente secos y que el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel cuenta con 440 hectáreas encharcadas de las 1.900 que deberían estar cubiertas de agua.
Así que, efectivamente, el agua es vida, ¡no la malgastemos en cultivar productos excedentarios!
